Antes de comercializar un medicamento se estudian sus características en el laboratorio y se ensayan en personas voluntarias, para garantizar que son seguros y eficaces. Por muchos estudios que se hagan antes de comercializarlos, sigue siendo importante utilizarlos racionalmente.
Desde las profesiones sanitarias debemos mantener una estrecha vigilancia de sus efectos. Por ello es importante no consumir medicamentos sin consultar a un profesional de la medicina o de la farmacia.
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